A quién le encomendarán los franceses dirigir de su país será una decisión que no se sabrá hoy. Habrá que esperar dos semanas más, el 6 de mayo, cuando será la segunda ronda electoral.
Los grupos minoritarios que no lograron hoy “clasificarse” a esa nueva vuelta, tendrán su peso en la decisión final y los dos candidatos que logren mayor votación procurarán obtener su apoyo.
Así, tanto el presidente Nicolás Sarkozy como el socialista François Hollande tendrán que negociar para lograr el respaldo de esas minorías, y eso pasa por hacer concesiones en sus propuestas de gobierno.
El sistema electoral francés obliga a una cadena de alianzas que en ocasiones preocupa a los ciudadanos. “Es un sistema en el que nunca estará en el poder quien realmente represente a la mayoría, porque son muchos partidos”, opinó el joven francés Sebastién Anthony, turista en Costa Rica.
Paso a paso. Para ser candidato a las elecciones presidenciales, el interesado debe presentar 500 firmas de funcionarios en cargos de elección popular.
Conquistar la victoria definitiva en la primera ronda es casi imposible pues el aspirante tendría que conseguir la mayoría absoluta (50% de los votos emitidos). Este requisito, en la práctica, obliga a ir a una segunda vuelta, señala el analista de temas políticos Alejandro Barahona.
El elegido para ocupar el palacio del Elíseo –sede de la presidencia francesa– asumirá el cargo 11 días después de la contienda final; en este caso, el 17 de mayo.
Vendrá, entonces, el momento de recompensar ese apoyo y asumir compromisos