Jerusalén. AFP. El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, anunció ayer su salida del Partido Laborista, que dirigía, para crear un nuevo grupo político y así permanecer en el gobierno de coalición del primer ministro Benjamín Netanyahu.
La sorpresiva maniobra, destinada a impedir una reunión de las instancias dirigentes del laborismo que amenazaban con dejar el Gobierno a falta de avances en las negociaciones con los palestinos, provocó inmediatamente la dimisión de tres ministros laboristas que rechazaron seguir a Barak.
Ante la salida de Barak, Netanyahu, declaró que “el gobierno resultó muy fortalecido en su gobernancia como en su estabilidad”.
También rechazó pedidos de cambio en su coalición para favorecer las conversaciones de paz; hoy cuestionadas por ministros contrarios adquirir compromisos territoriales con los palestinos.
Según la prensa, Barak se reunió con el jefe del Gobierno, que había iniciado la maniobra el domingo en el Consejo de ministros. Netanyahu había imputado a algunos líderes laboristas el fracaso de las negociaciones con los palestinos.
“Este gobierno no tiene más legitimidad y sólo sobrevive gracias a bajas maniobras políticas”, estimó de su lado la jefa de la oposición Tzipi Livni, dirigente del partido centrista Kadima.
Barak justificó su iniciativa denunciando el deslizamiento aún más a la izquierda del Partido Laborista que dirigía desde el 2007.
Su nuevo partido, Hatzmahut (Independencia), suma además de Barak, a cuatro diputados laboristas, es decir 5 de 13 escaños (de 120) que controlaba el laborismo.