El gobernante, presente en la entrada de la mina, ubicada a 800 km al norte de Santiago, mostró ante las cámaras la carta escrita con lápiz rojo que los trabajadores lograron subir a través de una sonda, en un momento de gran emotividad, mientras detrás de él los familiares se abrazaban en medio del llanto de alegría.
“Esto salió de las entrañas de la tierra”, dijo Piñera mientras mostraba el papel que los mineros enviaron a la superficie. “Es el mensaje de nuestros mineros que nos dicen que están vivos, que están unidos”, añadió.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, explicó que los mineros amarraron una bolsa plástica. “Primero venía amarrada una bolsa plástica con tiras de goma con una carta de Mario Gómez (uno de los mineros atrapados) a su mujer. Ahí celebramos, no sabíamos nada más; pero luego venía el mensaje donde se señala que los 33 están vivos”.
Los mineros –32 chilenos y un boliviano– quedaron atrapados el pasado 5 de agosto en un yacimiento de cobre y oro, y ayer fueron contactados a través de una sonda que llegó hasta los 700 metros de profundidad, donde se encuentran los trabajadores en un refugio. La misma sonda en que los mineros hicieron llegar el papel a la superficie.
Ahora se buscará hacer el rescate físico de los mineros, una tarea que puede tomar varios meses, explicó Piñera, quien añadió que “de todos modos ahora la espera será menos angustiosa”.
Andrés Sougarret, ingeniero a cargo de las operaciones de socorro, señaló que se introduciría una cámara para tener un contacto con ellos y ver cómo estaban.
Esto ocurrió pocas horas después y mostró a algunos de los hombres con las luces de sus cascos encendidas y el primer plano de la cara de uno de ellos, reconocido como Florencio Avalos.
“Yo los pude ver con mis propios ojos a través de las cámaras de video. Vi a 8 ó 9 de ellos que agitaban sus brazos, que estaban todavía con sus lámparas prendidas y que estaban aparentemente en buen estado físico”, describió Piñera.
Los responsables del rescate se aprestaba ayer mismo a enviarles alimentación. “Primero será glucosa y luego otro tipo de alimentos”, precisó Sougarret.
Previamente, el ingeniero había señalado que en paralelo se prepara ya un operativo de rescate, que no duraría menos de cuatro meses.
Se usaría una máquina de mayor potencia y que permitiría perforar “una chimenea de 66 centímetros de diámetro” .