Delegaciones de casi 150 países, monarcas, príncipes y más de 30 jefes de Estado se reunieron en Roma para asistir a la liturgia, que coincide con la festividad católica de San José.
Antes de la ceremonia, el nuevo pontífice paseará en papamóvil por la plaza para saludar a los fieles católicos, que han acogido muy positivamente al primer papa latinoamericano de la historia, el excardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
La ceremonia propiamente dicha comenzará con Francisco y los patriarcas de las iglesias católicas de oriente rezando ante la tumba del apóstol Pedro, situada bajo el altar mayor de la basílica de San Pedro.
Después saldrán en procesión a la plaza. Francisco será revestido con el palio papal y recibirá el anillo del pescador, símbolo del papado como “pescador” de almas en referencia al apóstol Pedro, que le será colocado en el dedo anular de su mano derecha.
Francisco, de 76 años, enfrenta un papado marcado por la profunda crisis de la Iglesia católica, sumida en diversos escándalos de corrupción.