Nuakchot. EFE. Mauritania reforzó ayer con aviones de combate la mayor ofensiva lanzada contra la red al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), cuyo resultado fue la muerte de 12 supuestos insurgentes y de seis soldados mauritanos.
El balance provisional de la incursión iniciada el viernes cerca de la frontera este mauritana y desplazada después al norte de Mali agrega que hay decenas de heridos en el bando terrorista y otros nueve en el ejército mauritano.
El ataque, cuyo mando ha sido asumido por el presidente del país, Mohamed Uld Abdelaziz, en su condición de jefe supremo de las fuerzas armadas y de seguridad, es el que ha registrado un mayor número de muertos en los enfrentamientos entre ambos bandos.
El Ministerio mauritano de Defensa informó que la ofensiva se produjo para evitar un ataque de esa organización.
“Hace días nuestras fuerzas armadas detectaron una banda de terroristas a bordo de una caravana de vehículos armados que se desplazaba hacia nuestra frontera con Mali con el objetivo evidente de atacar una de nuestras posiciones”, explica la nota.
El texto añade que el Ejército anticipó “sus intenciones criminales” e interceptó al grupo el viernes por la tarde.
Este último combate contra al Qaeda se produce después del secuestro, el miércoles, en Níger, de siete empleados de la empresa gala Areva que se cree han sido llevados por sus captores al norte de Mali. Francia negó su implicación en la operación.
Los ataques de al Qaeda contra el ejército mauritano se remontan a junio del 2005, fecha del asesinato de 15 soldados en Lemghaity, en el norte del país. En diciembre del 2007, otros tres soldados mauritanos murieron en una emboscada, y cuatro turistas franceses fueron asesinados cerca de la ciudad suroriental de Aleg.