Guatemala. AFP Una semana después de la masacre de 27 campesinos en Guatemala, atribuida a sicarios del cartel mexicano Los Zetas, la investigación está estancada luego de tres arrestos y decomisos de armas y vehículos, aunque sin localizar al principal sospechoso.
Las autoridades indicaron que sicarios del cartel mexicano Los Zetas incursionaron el sábado 14 de mayo en la finca Los Cocos, en La Libertad, departamento de Petén, unos 600 km al norte de la capital, en busca del presunto narcotraficante Otto Salguero para matarlo.
Al no encontrarlo, asesinaron a 27 labriegos que estaban allí.
Hasta el momento, las autoridades decomisaron decenas de vehículos y armas, y capturaron a tres sospechosos, entre ellos, al exmilitar y supuesto narco Álvaro Gómez, alias Comandante Bruja , a quien atribuyen los secuestros y asesinato de tres familiares de Salguero un día antes de la masacre.
Asimismo tres presuntos miembros de Los Zetas fueron capturados ayer en Quetzaltenango, en el oeste del país, cuando colocaban mantas con leyendas para reivindicar la matanza de los 27 campesinos, informó un portavoz de la Policía Nacional Civil.
Para la integrante del grupo Pro-Justicia, Carmen Aída Ibarra, la captura de Salguero es fundamental para esclarecer los verdaderos motivos y origen de la matanza, pero el estancamiento de las pesquisas se debe a “la ausencia de información y trabajo de inteligencia” civil y militar.
Ibarra destacó la gravedad que supone la incursión de Los Zetas en Guatemala porque es “un grupo armado externo que está invadiendo el país y sus principales células están integradas por exmilitares y expolicías que ya han sido entrenadas” en esas tareas, afirmó.