La masacre ocurrió en la colonia San Juan de Dios, de la población de Olocuilta. Según testigos, los agresores interrumpieron el juego de los jóvenes, les levantaron las camisetas y a los que portaban tatuajes los ametrallaron.
Los tatuajes góticos identifican a los jóvenes que pertenecen a las pandillas conocidas en El Salvador como "Maras", bandas violentas que se dedican a delinquir en acciones de venta de drogas, extorsiones y asesinatos por encargo.
Otra cuatro personas de una misma familia habían sido asesinadas el jueves en el cantón Las Moritas, de Lourdes Colón, en la provincia de La Libertad.
La fiscal Guadalupe Echeverría, de la oficina de la ciudad de Santa Tecla, dijo que las víctimas, cuatro hombres jóvenes, se encontraban departiendo en un predio, cuando fueron sorprendidos por varios atacantes que les dispararon a corta distancia.
Con la masacre del sábado se registran cinco en lo que va del año 2010. En 2009 no se habían dado incidentes de este tipo.
Existen sospechas de organismos defensores de los derechos humanos que indican que estas masacres podrían estar siendo cometidas por grupos de exterminio o de limpieza social, pero la policía sostiene que se trata de rivalidades entre las pandillas por los dominios de territorios.
El Salvador es el país más peligroso de Latinoamérica, con una tasa 76 homicidios por tasa 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).