Al mismo tiempo, por lo menos 25 personas fallecieron en la isla de Java cuando el volcán más activo del país, el monte Merapi, entró en erupción al atardecer de ayer. Las autoridades habían evacuado a varios miles de pobladores de las laderas, pero muchos se quedaron a cuidar sus viviendas y plantaciones.
El maremoto de la noche del lunes tuvo su epicentro a unos 20 km debajo del suelo oceánico y desató una ola de tres metros de altura que arrastró a cientos de casas al mar en Pagai y Silabu, dos islas del remoto y despoblado archipiélago de las Mentawai. Los reportes de víctimas y daños seguían creciendo en forma constante.
Se habían encontrado 113 cadáveres, detalló Mujiharto, quien dirige el centro de crisis del Ministerio de Salud. Había entre 150 y 500 desaparecidos.
La falla que causó el sismo recorre la costa oeste de Sumatra y es la misma que generó el terremoto de magnitud 9,1 que desató un maremoto gigante en el océano Índico en el 2004 y mató a 230.000 personas en diez países.
Indonesia es el mayor archipiélago del mundo, con 237 millones de habitantes, y 1.300 km separan la zona del sismo de la del volcán. El país es proclive a los sismos y la actividad volcánica, debido a su ubicación en el llamado Círculo de Fuego del Pacífico, una serie de fallas tectónicas que van desde el hemisferio occidental hasta Japón y el sureste de Asia.
Las islas Mentawai, populares entre los surfistas, están a unos 280 km de la costa de Sumatra. Se tarda unas 12 horas en llegar y solo es posible hacerlo por barco.
Un grupo de
“Lanzamos todo lo que encontramos que flotara –tablas de surf, defensas– y después saltamos al agua”, explicó. “Afortunadamente, la mayoría de nosotros tuvimos algo a lo cual agarrarnos... y acabamos en una zona pantanosa, escalando los árboles”.
Ade Edward, un funcionario de la agencia de manejo de desastres, comentó que se encontraron 23 cadáveres en poblados costeros, la mayoría en Pagai, y que 167 personas aún están desaparecidas.
El agua en algunos lugares llegaba hasta el tejado de las casas, y en Muntei Baru, un 80% de las viviendas sufrió daños.
El volcán Merapi, que está a unos 500 km al sureste de la capital Yakarta, parecía estar despidiendo su energía lentamente, aunque los vulcanólogos advirtieron que aún era posible una gran erupción.
Médicos dijeron que tres pobladores murieron por quemaduras y un bebé falleció cuando su madre corrió en medio del pánico para intentar huir.