Miles de integrantes de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) participaron en una marcha por el centro de Chilpancingo -a 276 km de la capital mexicana- que se dirigió a las sedes del Partido Acción Nacional (PAN), del Movimiento Ciudadano y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Algunos de los manifestantes encapuchados y armados con palos y tubos destruyeron las ventanas y accesos a las sedes de esos partidos, provocando crisis nerviosas entre los trabajadores que se encontraban en el interior de las oficinas, sin que hasta el momento se haya registrado la intervención de la fuerza pública.
Los manifestantes pasaron después cerca del Congreso, que estaba totalmente resguardado por policías, y de ahí se dirigieron a la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del presidente Enrique Peña Nieto, quien impulsó la reforma que condiciona los ascensos e ingresos de maestros en el sistema educativo a evaluaciones periódicas, entre otros puntos.
Los profesores inconformes solicitaban a los legisladores, entre otras cosas, un mecanismo de evaluación estatal controlado por ellos mismos, y que los egresados de la universidad de docentes obtuvieran automáticamente un puesto de trabajo en el sistema educativo.
Manifestaciones contra la reforma educativa también se han efectuado en el estado de Oaxaca, que junto con Guerrero y Michoacán, alberga a las poblaciones más empobrecidas del país.