Madrid. AP. El Gobierno español aprobó una reforma laboral que abarata el despido y creó en contrapartida un nuevo contrato que permitirá por primera vez cobrar salario y prestación por desempleo, en un intento por mitigar un desempleo sin precedentes en el país.
La nueva ley aprobada por el Partido Popular elimina la indemnización de 45 días por año trabajado y la sustituye por una de 33 y abre la puerta a las empresas con pérdidas económicas a poder despedir con el pago de solo 20 días.
Para los trabajadores con contrato indefinido, alrededor del 60% de asalariados en España, se tendrán que calcular dos escalas ante una eventual indemnización por despido: una con 45 días y otra, a partir de la entrada en vigor de la legislación, con 33.
Este punto fue uno de los más cuestionados por el opositor Partido Socialista, que considera que, en realidad, se está cambiando un derecho adquirido.
“Si hay un derecho adquirido que se cambia sin razón objetiva, es discutible. Creo que atenta contra el principio de igualdad”, consideró el portavoz socialista Jesús Caldera. La laboral es la cuarta gran reforma presentada por el Gobierno desde que hace poco más de un mes y medio desde que Mariano Rajoy asumió la presidencia.
El anterior gobierno socialista también abordó una reforma laboral que, sin embargo, no evitó que la desocupación siguiera subiendo hasta el 22,9% de la población económicamente activa, más de 5,3 millones de personas sin trabajo.
El texto también revisa la flexibilidad laboral y el llamado despido objetivo o procedente. En ese sentido, las empresas con pérdidas o tres trimestres seguidos de caída en el ingreso, podrán despedir trabajadores con una indemnización de 20 días por año trabajado.
Según Caldera, esto generaliza el despido en 20 días, puesto que la crisis económica está afectando a todo el tejido empresarial español.
El Gobierno rechaza esto y afirma que la reforma promueve el empleo estable, aseguró ayer la ministra de Empleo, Fátima Báñez.