El Gobierno advirtió que había progresado el incendio en una reserva natural cerca del centro de investigación nuclear de Sarov donde se fabrican ojivas nucleares.
El comunicado no precisó a qué distancia se encontraban las llamas de las instalaciones.
“El foco del incendio aparecido hace dos días en la parte oriental de una reserva natural, donde un rayo cayó sobre unos pinos, ha seguido ganando terreno y representa cierto peligro”, indicó el responsable del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Mordovia, Viasheslav Kormilitsin.
Unos 2.600 bomberos y 200 vehículos combatían el fuego cerca de Sarov, ciudad en la región de Nizhny Novgorod que está vedada a extranjeros (como en la época soviética) y donde viven 80.000 personas.
Las autoridades afirmaron haber evacuado los materiales radiactivos y explosivos, antes de asegurar que el peligro se había alejado y colocarlos de nuevo en ese centro, que al parecer está funcionando normalmente.
Otros dos sitios sensibles, el centro de reciclado de los desechos nucleares de Mayak y el centro de materiales fisibles de Snejinsk, ambos ubicados a 2.000 km al este de Moscú, en los Urales, también se vieron amenazados por los incendios, pero la situación fue controlada.
Unos 500 incendios en 65.000 hectáreas seguían ardiendo en Rusia ayer, según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, 15.000 hectáreas menos que el jueves.