La televisión estatal siria difundió imágenes en las que se veía al político rodeado por parte de la cúpula del régimen, aunque entre ellos no se encontraba el vicepresidente, Faruk al Chaara, que según la oposición podría haber sido arrestado tras intentar desertar.
El presidente ya había sido fotografiado cuando tomó posesión el nuevo primer ministro, Wael al Halqi, hace diez días, pero la de ayer fue su primer acto en público desde el atentado contra la cúpula militar en la sede de la Seguridad Nacional, hace un mes.
Al Asad participó en la oración del Aid el Fitr, al finalizar el mes de ramadán, en la mezquita de Al Hamd, barrio de Al Muhayerin, junto a altos cargos del Estado y del partido gubernamental Al Baaz.
Las imágenes difundidas mostraron al mandatario sirio en la primera fila de decenas de responsables y ciudadanos sirios escuchando junto al muftí del país, Ahmed Hasun, el sermón del imán.
Activistas de oposición destacaron en redes sociales el aparente nerviosismo de al-Asad en la retransmisión, al punto que incluso se adelantó en algunas partes del rezo al imán que guiaba el rezo.