Pekín. AFP. China podría volver a vivir una “tragedia” como la Revolución Cultural “sin una reforma urgente” del Estado y del Partido Comunista (PCC, en el poder), advirtió ayer el primer ministro, Wen Jiabao, en su última salida a la prensa antes del final de su mandato. Wen es considerado el máximo líder del ala reformista del régimen y, según los analistas, esta fue su prédica más vigorosa por reformas políticas en un país que en tres décadas de apertura se convirtió en la segunda economía mundial pero que es gobernado hace 62 años con mano férrea por el PCC.
“Debemos avanzar tanto en nuestras reformas estructurales económicas como en las políticas, en particular en la del sistema de gobierno de nuestro partido y de nuestro país”, enfatizó Wen al concluir la sesión plenaria anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el parlamento chino).
La reforma política es una “tarea urgente”, o de otro modo “los nuevos problemas que surgieron en la sociedad no se resolverán básicamente y una tragedia histórica como la Revolución Cultural podría volver a ocurrir”, advirtió.
La Revolución Cultural china (1966-1976) surgió cuando Mao Zedong (Mao Tse-tung) movilizó a millones de jóvenes “guardias rojos” contra líderes comunistas acusados de querer regresar al “capitalismo” por moderar las utopías radicales del fundador del régimen.
La agitación dejó miles de muertos y sumió al país en el caos, con purgas masivas de profesores, y desembocó en el cierre de universidades por años y en el estancamiento económico general. Es un período recordado con espanto por toda una generación de ese país.
Wen hizo sus comentarios poco después de que la ANP aprobara por amplia mayoría de sus 3.000 delegados enmiendas que limitan los poderes de la policía en investigaciones judiciales y ofrecen mayores garantías a los detenidos, medidas vistas por los analistas como una victoria del campo reformista.