BERNA. AFP. La líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, hizo un llamamiento ayer , ante la ONU en Ginebra, a inversores y Gobiernos extranjeros para que ayuden al proceso democrático en Birmania.
Aung San Suu Kyi interrumpió por la noche una conferencia de prensa en Berna, tras haber sufrido un malestar con vómitos.
“Estoy totalmente agotada”, declaró la dirigente, de 67 años, excusándose. Añadió en son de broma que “ya no está acostumbrada a “las diferencias de horario”.
Suu Kyi, quien inició el miércoles su primera visita a Europa en 24 años, fue recibida por la ONU en Ginebra con una enorme ovación por parte de los 4.000 delegados reunidos con motivo de la Conferencia Internacional del Trabajo.
“Por favor, alienten a sus Gobiernos a ayudarnos a construir” una nueva sociedad, dijo ante los 4.000 representantes de los 185 países de la OIT, con sede en Ginebra.
“Es una demanda apremiante”, añadió Suu Kyi, recibida con una ovación.
La militante birmana, que cumplirá 67 años en algunos días, reclamó también respaldo para atajar el desempleo que afecta a buena parte de la juventud de su país.
“Hay jóvenes sin empleo que han perdido toda la confianza en la sociedad, incapaz de darles una oportunidad”, añadió.
“Hay que alentar las inversiones directas que propicien la creación de empleo”, insistió.
La Premio Nobel de la Paz es esperada el viernes en la tarde en Oslo, donde debe recibir su premio, el cual le fue atribuido en 1991 por su combate por la democracia.
Los representantes de los 185 Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se pusieron de pie para aplaudir a la dirigente birmana.