La visita de cuatro días de Gadafi está llena de discursos, incluido el raro honor de dirigirse al Senado italiano, y una aparición de la antigua Universidad Sapienza. El líder libio también se reunirá con algunos de los 20.000 italianos que expulsó en 1970 para castigar a Roma por su colonización, que duró desde 1911 hasta 1941.
La organización Human Rights Watch criticó la visita, diciendo que celebra un acuerdo sucio, en referencia al realizado recientemente por ambos países y por el cual Italia devolvió a Libia un grupo de inmigrantes indocumentados rescatados en el mar que habían abandonado Libia en barcos de contrabando de inmigrantes.
Gadafi llegó a Italia en uniforme militar, rodeado de alguno de los miembros de su gabinete, incluido el hijo de un héroe nacional libio que fue ejecutado por las autoridades coloniales por haber encabezado ofensivas contra los italianos en las décadas de 1920 y 1930.
Ambos mandatarios se abrazaron e intercambiaron sonrisas. El libio es uno de los mandatarios del mundo que lleva más tiempo en el poder: Era un coronel de 27 años cuando encabezó un golpe de estado en 1969.
Giovanna Ortu, que preside la asociación de italianos que fueron expulsados de Libia, dijo que se reunirá con Gadafi el sábado bajo una carpa que ha sido construida para él en el parque Doria Pamphili de Roma.
Las relaciones entre Italia y Libia han mejorado en los últimos años, gracias a un acuerdo el año pasado en que Italia compensará a Libia por su ocupación. El paquete de 5.000 millones de dólares incluye proyectos de construcción, becas para estudiantes y pensiones para soldados libios que lucharon junto a los italianos en la Segunda Guerra Mundial.