Bogotá. EFE, AP. Más de dos meses de persecución fueron necesarios para llegar hasta el jefe de la guerrilla de las FARC, Alfonso Cano, según reveló ayer el comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas.
Las fuerzas de seguridad de Colombia siguieron la pista de Cano por el suroeste de ese país, hasta que fue hallado y muerto el pasado 4 de noviembre.
La “Operación Odiseo” fue la culminación del plan contra el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), informó Navas a varios medios de comunicación.
El oficial dio a conocer detalles del operativo que se llevó a cabo para “neutralizar” a Alfonso Cano, cuyo nombre real es Guillermo León Sánchez.
“En total, las Fuerzas Militares y de Policía intentaron capturar al guerrillero en cinco ocasiones”, informó Navas.
Los mandos lo pusieron en la mira poco después de que reemplazó al exlíder Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, como se le conocía a Pedro Antonio Marín, fundador del grupo rebelde y quien falleció el 26 de marzo del 2008.
Navas indicó que las acciones contra Cano se iniciaron en el Cañón de las Hermosas, zona de los Andes al suroeste del país, donde estaba su refugio tradicional.
Luego lo siguieron hacia la cuenca del río Siquila y posteriormente hacia la del río Cambrín, ambas al norte de las Hermosas.
Finalmente, la presión lo obligó a desplazarse al departamento del Cauca, donde murió en un enfrentamiento con el Ejército.
Ahora, la fuerza pública colombiana está ansiosa por saber quién será el sucesor de Cano, con el fin de “poner una lupa muy grande sobre él” y neutralizarlo, manifestó el director de la Policía Nacional, Oscar Naranjo.