Buenos Aires. AFP, EFE. La catedral de Buenos Aires se colmó ayer de feligreses argentinos, entre sorprendidos y esperanzados, para celebrar la designación de Jorge Bergoglio, su cardenal, como papa Francisco.
“Estoy muy contento, muy sorprendido porque no lo esperaba. Incluso, en el momento en el que vimos por la televisión la fumata blanca, pensamos en el candidato brasileño o el italiano. Íbamos con mi amiga al cine y cuando nos enteramos nos vinimos a la catedral para estar con los nuestros”, dijo Mariano Solís, un empleado de 33 años que llegó al templo neoclásico, frente a la histórica plaza de Mayo.
Al poco tiempo de llegar, Solís fue uno de los tantos que participó del rezo de un rosario “en acción de gracias por nuestro papa Francisco que hasta unos instantes era nuestro cardenal Bergoglio”, agregó. Al finalizar, los fieles se fundían en abrazos y lloraban de emoción.
La designación anunciada en Roma fue recibida con una prolongada ovación y aplausos por parte de unos 200 fieles que se encontraban en misa en la catedral, mientras centenares de personas y unidades móviles de televisión comenzaron a acercarse al templo donde el Pontífice solía dar misa como primado de Argentina.
Emoción al tope. La catedral se llenó de feligreses, que después de unos minutos de silencio para digerir la noticia irrumpieron en aplausos y gritos de “¡Viva el Papa!” y “¡Francisco, Francisco!”
Los turistas de distintas provincias del país y extranjeros que se encontraban en la plaza de Mayo se movilizaron al templo católico para sumarse a la alegría y celebración por la noticia.
Luego del anuncio, se ofició una misa por el papa Francisco; la catedral se encontraba abarrotada de fieles de todas las clases sociales, edades y orígenes.
De hecho, los sacerdotes de la catedral dijeron que no veían el recinto religioso así de lleno desde hace varias décadas.
En las afueras de la iglesia, un millar de personas seguía con fervor y alegría la misa que se transmitió por parlantes al tiempo que agitaban banderas argentinas, del Vaticano y otros cargaban con imágenes de la Virgen de Luján, patrona de Argentina.
La sorpresa alcanzó a la propia Iglesia católica de Argentina, admitió el responsable de prensa del arzobispado, Federico Wals.
“Bergoglio viajó tranquilo (al Vaticano para ir al cónclave), con pasaje de vuelta para mediados de la semana próxima”, contó Wals en la catedral.
“Estoy sorprendido, no pensaba que elegirían a Bergoglio; es el primer Papa latinoamericano y esto va a ser sumamente positivo para la región” dijo Gastón Hall, un publicista de 37 años que se definió como católico practicante, al ingresar al templo ubicado frente a la Casa Rosada (sede del Gobierno).
“Estábamos rezando por el cónclave cuando nos enteramos”, de la noticia de la elección papal, detalló Ana María Pérez, de 60 años, vicepresidenta de la organización religiosa Acción Católica Argentina. “Bergoglio es sinónimo de caridad y misión. Él no llama a salir a evangelizar a la calle, él va a ser el Papa de la calle.”
“Bergoglio conoce la realidad de América Latina a fondo” , afirmó María Luján, una monja de 48 años y misionera que trabaja en los barrios pobres de Paraguay. “Los anteriores papas decían que este era el continente de la esperanza. Ahora nos toca no defraudar las expectativas”.