Esta ha sido la primera buena noticia en casi cuatro semanas para Tokyo Electric Power (Tepco), el operador y dueño de la central nuclear Fukushima Daiichi (N.º 1). Un volumen importante de agua muy contaminada, proveniente del reactor 2, escurría día y noche de esa fosa, a un ritmo estimado en siete toneladas por hora.
Esta fuga motivó un aumento importante del índice de yodo 131 radiactivo en las muestras de agua marina cerca de la central.
El riesgo de contaminación del medio marino no está descartado, según subrayan los expertos.
Sin embargo, se detectó plutonio en cantidad ínfima en el suelo en cuatro lugares de la central de Fukushima, por segunda vez en unos días, anunció Tepco.
Además, el operador considera inyectar nitrógeno en el reactor 1 para evitar una posible explosión causada por acumulación de hidrógeno, según afirmó ayer.
Los expertos presentes en la central temen que la cantidad de hidrógeno siga aumentando hasta ocasionar una explosión por contacto con el oxígeno en el aire.
La evacuación de esta agua al océano, donde los elementos radiactivos deben diluirse, es necesaria para liberar unas cubas de almacenamiento y llenarlas de agua altamente radiactiva que se acumuló en las instalaciones y galerías técnicas de los reactores 2 y 3.
Por otra parte, medios de comunicación japoneses afirmaron ayer que Tepco pagará un millón de yenes (8.300 euros, 11.800 dólares) por hogar para indemnizar a las familias que fueron evacuadas de las inmediaciones de la central.