Tegucigalpa. (AFP). Cientos de seguidores del partido izquierdista del expresidente Manuel Zelaya participaron este sábado en una caravana por barriadas de la capital hondureña, tras la convocatoria a las elecciones de noviembre, en las que por primera vez la izquierda disputará el poder a la derecha con posibilidades de triunfo.
A bordo de vehículos, ondeando banderas rojo y negro, simpatizantes del partido Libertad y Refundación (Libre) , favorito para imponerse, según las últimas encuestas, recorrieron las calles de varias colonias pobres y sitiadas por las pandillas juveniles, que han impuesto virtuales toques de queda en esos barrios.
El banderazo de salida para la disputa política lo dio el jueves el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que convocó a 5,3 millones de hondureños a acudir a las urnas el 24 de noviembre para elegir un presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados nacionales, 20 del Parlamento Centroamericano y autoridades de 298 municipios.
Estos serán los segundos comicios tras el golpe de Estado contra Zelaya, quien había llegado al poder con el Partido Liberal (PL) pero, tras girar su gobierno a la izquierda, fue derrocado en junio del 2009 por una alianza de empresarios, militares y políticos de derecha.
Al estar prohibida la reelección, Zelaya resurgirá en las elecciones con el nuevo partido Libre, que postula como candidata a su esposa, Xiomara Castro, de 53 años. Ambos estuvieron ausentes en la caravana proselitista de este sábado.
De los ocho candidatos presidenciales, según la última encuesta de Cid/Gallup, publicada en el diario La Prensa el 16 de mayo, los favoritos son Xiomara Castro (28%) y el presentador de televisión Salvador Nasralla, del recién fundado Partido Anticorrupción (PAC, derecha), con el 21%.
Luego aparecen el actual presidente del Congreso, el jurista Juan Hernández, de 44 años, por el gobernante Partido Nacional (PN) con 18%, y el también jurista Mauricio Villeda, de 64 años, por el Partido Liberal (PL) con 14%.
El PL y el PN, ambos de derecha, se han disputado el poder en Honduras, junto con los militares golpistas.
Apoyan al partido Libre los que se "quieren apartar del tradicionalismo al escuchar un discurso nuevo, de cambio ante el gran descalabro que vive el país", afirmó a la AFP el analista y académico Mauricio Durón.
Honduras es uno de los países más pobres del continente, con más del 70% de sus 8,4 millones de habitantes en la pobreza, y es considerado por la ONU como el más violento del mundo sin estar en guerra.
Según sus dirigentes, Libre propone la adhesión de Honduras al "Socialismo del Siglo XXI", que era impulsado por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
Rasel Tomé, asesor de Zelaya, definió a Libre como "un partido de izquierda, progresista; con una propuesta de un gran pacto social para lograr una clara transformación que significa una revolución educativa, una reforma agraria integral para desarrollar el campo y fortalecer el sector agroexportador, así como apoyo a la pequeña industria para un crecimiento económico con equidad".
"Cien años de bipartidismo han dejado pobreza y extrema pobreza, una oligarquía de diez familias en un régimen de explotación que tienen al país con más de 2,6 millones de desempleados", denunció.
Pero Danira Miralda, analista de la Universidad Nacional Autónoma, comentó que en Libre "subsiste el tradicionalismo del caudillismo y aunque se ve que avanza en ganarse a la gente ha decaído en la crítica social que siempre ha tenido la izquierda".
"Se mira la tendencia a fortalecer la entidad política como partido haciendo a un lado la oposición a los gravísimos problemas de Honduras, como las exploraciones petroleras y los otros grandes proyectos" neoliberales del gobierno de Porfirio Lobo, advirtió.
Lobo ganó las elecciones de noviembre de 2009, en medio de la tensión interna tras el golpe y de fuertes presiones internacionales, y tras tratar de restablecer la normalidad políticas en el país debe entregar el mando el 27 de enero de 2014.