Alepo, Siria. AFP. Los rebeldes sirios que luchan en Alepo contra el régimen de Bashar al-Asad pierden influencia en la ciudad ante los yihadistas, mejor armados y con más disciplina, como demostró una reciente manifestación contra el Ejército Sirio Libre (ESL), principal grupo opositor.
Los islamistas, sobre todo el llamado Frente Yihadista al-Nosra, ganan influencia en la población gracias a su discreción y a su abnegación en el combate.
El pasado viernes, cuando tradicionalmente se celebran manifestaciones, los habitantes salieron a la calle para pedir al ESL, la fuerza que conquistó Alepo en julio, que sus hombres salieran a luchar contra al-Asad en vez de quedarse escondidos en la ciudad.
Mustafá, de 37 años, asegura que la “bravura de los combatientes del Frente al-Nosra y su capacidad de combate los han convertido en una fuerza conocida en Alepo”, más incluso que Liwa al-Tawhid, otra brigada rebelde simpatizante de los Hermanos Musulmanes que fue la primera en llegar a esta ciudad.
Mustafá destaca sobre todo la discreción de los yihadistas.
“Los combatientes de al -Nosra y de Ghuraba al-Cham vienen aquí cuando ataca el Ejército, pero luego desaparecen cuando termina el combate”, dice este profesor de árabe, que vive con su mujer y sus cinco hijos en Bustan al-Bacha, uno de los feudos de los islamistas.
Mamun, otro habitante del sur de la ciudad, confirma las buenas relaciones con los yihadistas porque “nunca se acercan a los habitantes”.
Algunos tienen incluso “un acento diferente y a otros no se les entiende nada”.
Al-Nosra es un grupo del que se conocen pocas cosas porque sus hombres se niegan a hablar con los habitantes o los periodistas.
Este grupo, desconocido antes de que empezara en marzo del 2011 la revuelta en Siria contra Bashar al-Asad, fue acusado primero de estar al servicio del régimen, pero luego reivindicó la mayoría de atentados suicidas en Alepo, Damasco y Deir Ezzor.
En Siria hay otros dos grandes grupos que profesan la “guerra santa”: Ghuraba al-Cham, formado por yihadistas turcos y de países de la antigua Unión Soviética, y Ahrar al-Cham, compuesto por combatientes de Líbano e Irak.
Benefactores. Los habitantes también aprecian el dinero y las armas de los radicales islámicos.
“La mayoría de combatientes del ESL son jóvenes, algunos adolescentes, llevan armas poco sofisticadas y solo vigilan los puntos de control”, explica Abdalá.
“En cambio, los combatientes de al-Nosra son mayores, tienen armas modernas y chalecos antibalas”, agrega el hombre.
Los islamistas tienen además más dinero, aunque se desconoce de dónde proviene.
“Al-Nosra hizo festines con carne asada para celebrar el fin del ayuno en el Ramadán mientras que los del ESL se comían un bocadillo”, asegura el testigo.