La Casa Blanca indicó a medios que condena “cualquier asesinato o atentado contra una persona inocente” y negó relación con el asesinato en respuesta al vicepresidente iraní, Mohamad Reza Rahimi.
Este declaró que la muerte de Mustafá Ahmadi Roshan, que trabajaba en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, no impedirá a Irán hacer “progresos” en su actividad nuclear.
Responsables iraníes señalaron que el método utilizado (dos motociclistas que adhieren una bomba a un vehículo) es similar al empleado contra otros tres científicos iraníes desde enero del 2010, dos de los cuales murieron y otro, el hoy jefe de la organización iraní de energía atómica, sobrevivió.
El ataque se produjo cerca de la Universidad Alameh Tabatabai, en el este de la capital iraní.
Ahmadi Roshan, de 32 años, murió en el acto y su guardaespaldas falleció más tarde, según las agencias FARS e ILNA. Otro ocupante sigue hospitalizado.
El científico era un experto químico y el director de la instalación de enriquecimiento de uranio de la planta de Natanz.
Dicha instalación es la principal planta de enriquecimiento de uranio de Irán con más de 8.000 centrifugadoras operando.
También era un académico y miembro de la milicia basiyi controlada por los Guardianes de la Revolución, confirmó este grupo.
La agencia FARS indicó que Ahmadi Roshan trabajaba en un proyecto de membranas de polímero para la separación de gases.
La prensa y responsables iraníes acusan al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de haber entregado el nombre de Roshan a Israel y EE. UU.
“Los inspectores del OIEA se reunieron con él hace poco”, apuntó la agencia Mehr.
Rahmini, quien está a cargo del Gobierno debido a la ausencia del presidente Mahmud Ahmadineyad, de gira por países latinoamericanos, agregó que “ellos (Israel y Estados Unidos) deberían saber que los científicos iraníes están más determinados que nunca en el progreso de Irán”.
En Israel, el general Yoav Mordechai, vocero militar, indicó que ignoraba quién llevó a cabo lo que calificó de acto de “venganza”.
El ataque ocurrió mientras los países occidentales acentúan la presión por sospechas de que Irán intenta crear un arma atómica.
Washington reforzó en diciembre sus sanciones y la Unión Europea anunció un principio de acuerdo para un embargo a la importación de petróleo iraní.
Ayer, además, cuatro embajadores de Occidente acusaron a Irán en la ONU de una “clara ruptura” de resoluciones del Consejo de Seguridad con el enriquecimiento de uranio al 20%. Teherán ya recibió seis condenas del Consejo y fuertes sanciones por sus actividades nucleares.