Los miembros de la tripulación del AF447 carecían de formación adecuada para responder de forma manual a un incidente técnico que detuvo el piloto automático hora y media después del despegue, por lo que tomaron decisiones erróneas, indicó ayer la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), encargada de las pesquisas.
Los pilotos irrespetaron procedimientos previstos en esas circunstancias y, con sus acciones, provocaron la pérdida del control del avión y que se situara en caída libre hasta estrellarse contra el mar, precisaron los expertos tras el análisis de las cajas negras recuperadas en mayo anterior.
Según la secuencia de acontecimientos, las sondas de medición de velocidad sufrieron un problema técnico derivado por congelamiento, lo cual provocó que se apagara el control de piloto automático.
“Una situación que no era nueva y que podía ser afrontada por los pilotos siguiendo determinados protocolos”, según el análisis.
No obstante, el copiloto, de 32 años, que en ese momento dirigía el aparato porque el comandante estaba en su descanso reglamentario, tomó una decisión que los investigadores no se explican: inclinó el avión más de diez grados, frente a los cinco que indican los procedimientos reglamentarios.
“Ninguno de los dos copilotos había sido formado para pilotar un avión de forma manual a gran altura”, indicó el responsable de la investigación, Alain Bouillard.
El comandante más experimentado tampoco pudo controlar el avión cuando llegó al puesto de mando un minuto y medio después de que comenzara el incidente.
“Su formación para este tipo de eventos había sido muy corta y databa de hacía mucho tiempo”, agregó Bouillard, quien precisó que, además, tuvo que analizar en un corto espacio de tiempo informaciones contradictorias.
Air France, propietaria del avión y responsable de la formación de los pilotos, reaccionó, tras asegurar que “ nada permite por el momento cuestionar las competencias técnicas de la tripulación”.
La aerolínea, que junto con el constructor del aparato, Airbus, está procesada por homicidio involuntario, apuntó que el funcionamiento irregular de una alarma desencadenó el accidente.