“Por ahora, hemos registrado 20 casos confirmados de muerte por intoxicación con metanol”, declaró ayer la portavoz de la Policía checa, Stepanka Zatloukalova.
Según medios de comunicación locales, unas cuarenta personas estaban hospitalizadas en distintas zonas del país.
Desde el viernes, la policía checa controla que se respete la prohibición total de venta de bebidas con más de 20% de alcohol decretada.
Hasta ahora, la policía checa ha inculpado a 23 personas por motivos vinculados con este caso.
Entre las personas detenidas, se encuentra el presunto proveedor de slivovice, un aguardiente de ciruelas con el que se intoxicaron cuatro personas hospitalizadas en Eslovaquia, quienes habían comprado esta bebida por Internet.
En Eslovaquia, las autoridades se limitaron a advertir a la población que dejara de comprar bebidas alcohólicas checas por Internet.