El presidente René Preval, quien se dirigió a sus conciudadanos, pidió a la población que no baje la guardia.
“Las fuertes lluvias y ráfagas de viento del huracán (de categoría 1), que provocaron peligrosos deslizamientos de tierra y fuertes inundaciones podrían agravar aún más la epidemia de cólera. Manténganse vigilantes”, dijo.
Haití padece una epidemia de cólera desde mediados de octubre que ha causado casi 450 decesos.
“Habrá más víctimas por las inundaciones y deslizamientos de tierra”, advirtió Philippe Joseph, de la Protección Civil local, quien destacó que las localidades más afectadas seguían aisladas debido a rutas cortadas o puentes intransitables.
Préval anunció que el Gobierno se disponía a aportar una ayuda masiva a las poblaciones afectadas por las lluvias cuando la situación de las rutas lo permita.
Por la tarde,
Sin embargo, destacó Andrea Koppel, funcionaria de la Cruz Roja, las tiendas de campaña estaban en pie y los vientos no fueron tan fuertes como se temía.
En el sur del país, se produjeron, no obstante, peligrosos deslizamientos de tierra y desprendimientos de tejados.
“La deforestación de Haití podría agravar la situación, pues no hay árboles para frenar el barro”, explicó la portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Elisabeth Byrs, quien dijo que temía un aumento en los casos de cólera.
En República Dominicana, que comparte con Haití la isla La Española, se estableció una alerta roja en 20 provincias, y 8.400 personas fueron evacuadas.