“Es un clima más político que económico, hay algunos indicios económicos, como la situación laboral que no ha mejorado en el 2012, la inflación que molesta y el aumento de tarifas, pero la situación no es tan grave”, dijo el economista Fausto Spotorno, de la consultora Orlando Ferreres y asociados.
Los saqueos desencadenados el jueves coincidieron con el 11.° aniversario de las revueltas populares del 19 y 20 de diciembre del 2001, que culminaron con la caída del entonces presidente conservador Fernando de la Rúa (1999- 2001) y la declaración del default por 100.000 millones de dólares.
Sin embargo, las manifestaciones del 2001, cuya represión dejaron 30 muertos en todo el país, cinco de ellos en el centro porteño, se enmarcaban en un fuerte ajuste económico, con reducción de salarios de estatales y jubilados, el “corralito” que congeló los depósitos bancarios, además de una pobreza y desocupación crecientes.