Las palabras del Papa fueron pronunciadas ante el nuevo embajador de Ecuador, de 75 años, luego de que entregara sus credenciales.
“Los pastores de la Iglesia son conscientes de que no deben entrar en el debate político, ni proponer soluciones concretas o imponer el comportamiento propio”, afirmó el Papa en español, al referirse a la candente situación política actual de ese país suramericano.
“Pero tampoco pueden permanecer neutrales ante los grandes problemas o aspiraciones del ser humano, ni ser indolentes a la hora de luchar por la justicia”, agregó.
Las observaciones del Papa se producen luego de que la Iglesia de Ecuador hiciera un llamado en octubre a un diálogo en el país, tras la sublevación policial que dejó al menos dos muertos y fue considerada como un intento de golpe de Estado por el presidente Rafael Correa.
El Papa invitó a Ecuador a dotarse de instrumentos legislativos y jurídicos adecuados para proteger la libertad y auténtica participación ciudadana y a fortalecer la asistencia a los desprotegidos.
Igualmente, exhortó a que el bien común prevalezca sobre los intereses de partido o de clase.