Unos 2.600 efectivos del Ejército, la Marina y la Fuerza Nacional de Seguridad fueron enviados el viernes a la zona para recuperar la seguridad de Bahía ante la negativa de los uniformados de terminar con la protesta por un aumento de salarios, iniciada el miércoles y que fue declarada ilegal por la justicia.
“El estado de derecho no permite el abuso del propio derecho. Esta huelga , de la forma como está siendo llevada, es inaceptable”, señaló el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, quien viajó el sábado al estado en compañía de mandos militares.
La huelga de los uniformados –que según la Secretaría de Seguridad Pública de Bahía involucra a un tercio de los 31.000 policías– aumentó considerablemente los homicidios y levantó una ola de saqueos y asaltos a dos semanas del inicio del carnaval, que atrae a millones de turistas a este estado del noreste brasileño.
La cifra de muertes violentas duplica la registrada en el mismo período del año pasado, recordó la Agencia Brasil. Con 13,6 millones de habitantes, Bahía es el cuarto estado más poblado de Brasil .
Ayer, una fuerza de élite de la policía federal brasileña se preparaba para desalojar a decenas de policías atrincherados en la Asamblea Legislativa estatal de Bahía después de que la justicia ordenó detener a sus líderes.
El presidente de la Asamblea , Marcelo Nilo, pidió a los huelguistas que desocuparan la sede antes de la medianoche de ayer, después de que la justicia expidiera 12 órdenes de captura contra sus dirigentes. Uno ya fue detenido.