Las radios haitianas informaban ayer por la mañana sobre manifestaciones en Miragoane, una ciudad costera del sur del país, donde la población protestó por la designación –presuntamente fraudulenta– de los supervisores electorales acusados de formar parte del partido en el poder.
A su vez, el fin de semana, cuatro de los 19 candidatos a la presidencia pidieron que se aplazaran las elecciones por el cólera, epidemia que suscitó violentas manifestaciones la semana pasada en todo el país, en particular contra los cascos azules de la ONU, acusados de haber importado la enfermedad.
Pero ayer, el candidato Jacques-Edouard Alexis, exprimer ministro del presidente René Preval, insistió en la necesidad de organizar la votación tal como está previsto, aunque reconoció que “Haití no podrá realizar las elecciones en condiciones normales”.
A pesar del cólera y del hecho de que cientos de miles de personas vivan en paupérrimos campamentos improvisados luego del sismo del 12 de enero, el presidente Preval, criticado por su inacción frente a la epidemia, “debe irse el 7 de febrero”, fecha en que finaliza su mandato, afirmó Alexis durante una conferencia de prensa.
Más de 4,7 millones de haitianos están habilitados para votar al sucesor de Preval junto a 11 senadores y 99 diputados.
El nuevo balance de víctimas publicado ayer arroja un saldo de 1.344 muertos desde el comienzo de la epidemia a mediados de octubre y más de 23.377 personas hospitalizadas.
En Puerto Príncipe, el número de muertos ascendió ayer a 77, contra 67 del balance anterior.