Conakry, Guinea. AFP, DPA. Guinea celebró ayer los primeros comicios presidenciales organizados desde su independencia, en 1958.
Alrededor de cuatro millones de electores fueron convocados a las urnas en el pequeño Estado occidental africano para elegir un nuevo presidente, puesto al que optan 24 candidatos.
Los favoritos son el expremier Cellou Dalein Diallo y el líder opositor Alpha Conde. Los analistas prevén una segunda vuelta entre los dos candidatos.
Estas elecciones suponen un paso crucial para el retorno del país a la sociedad civil tras décadas de gobierno militar.
Durante el proceso, contaron con la supervisión de equipos de observadores de la Unión Africana (UA) y de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Ecowas).
Esta elección se llevó a cabo nueve meses después de la masacre de, al menos, 156 opositores por las fuerzas de defensa y seguridad en un estadio de Conakry.
En ruta. A comienzos de año, el actual líder de la Junta Militar, Sekouba Konaté, estableció un gobierno de transición civil, tras negociar con la oposición allanando el camino hacia la democracia.
El presidente Lansana Conte, fallecido en 2008, había llegado al poder tras un golpe de Estado y lo mantuvo durante 24 años, hasta su muerte. Asimismo, el primer jefe de Estado de Guinea, Ahmed Sékou Touré, demostró durante sus 26 años en el poder que tenía poco interés en impulsar una democracia pluripartidista.
Tras la muerte de Conte, un grupo de militares dirigidos por el relativamente desconocido capitán Moussa Dadis Camara tomó el poder en un golpe de Estado.
Un año después, Konaté asumió el poder. Ayer, el exgeneral golpista se declaró “orgulloso” de haber cumplido su “palabra” y llamó “a la unidad y solidaridad”.