EDS NOTE GRAPHIC CONTENT - Men collect the corpses of men found next to a river, in the neighborhood of Bustan al-Qasr in Aleppo, Syria, Tuesday, Jan. 29, 2013. The bodies of at least 65 men, many of them with their hands bound behind their back, were found on the muddy banks of a small river, and the rebels and government forces blamed each other for the mass killing. (AP Photo/Abdullah al-Yassin) (Abdullah al-Yassin)
Nueva york y Alepo, Siria. AFP, EFE. La guerra civil en Siria ha alcanzado “niveles de horror sin precedentes”, alertó ayer el enviado de paz de la ONU para ese país, Lakhdar Brahimi, quien instó al Consejo de Seguridad a actuar para poner fin a la tragedia.
El llamado tuvo lugar el mismo día que se descubrieron 78 cadáveres de jóvenes ejecutados en la ciudad de Alepo, norte del país.
La crudeza del enfrentamiento en el país árabe, donde han muerto más de 60.000 personas desde que estalló la revuelta contra el régimen de Bashar al-Asad, movió ayer a Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a destinar asistencia financiera para encarar una de las consecuencias más serias: el flujo de refugiados.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció una nueva partida de $155 millones para ayudar a los refugiados que huyen de lo que calificó como “barbarie” del Gobierno sirio.
Obama elevará a $365 millones el total de la ayuda humanitaria.
La UE, por su lado, acordó aportar 100 millones de euros adicionales para el mismo fin en el 2013, los cuales se agregan a una cantidad igual ya desembolsada.
La UE destinará estos fondos a cubrir las necesidades prioritarias en Siria y los países vecinos, como emergencias médicas, suministro de alimentos y agua potable, provisión de refugio y registro y protección de refugiados.
¡Hay que actuar! Ante el crítico panorama en Siria, el enviado de la ONU apremió a esta a actuar.
“El Consejo (de Seguridad) no puede simplemente decir ‘estamos divididos, por lo que esperamos un mejor momento. Ellos (los miembros del Consejo) deben atacar el problema ahora”, declaró Brahimi a la prensa.
Brahimi manifestó a los 15 miembros del Consejo, en una conferencia a puertas cerradas, que la legitimidad del presidente Bashar al-Asad se ha visto “irreparablemente dañada” por el conflicto de 22 meses, pero que podría aferrarse todavía al poder, revelaron fuentes diplomáticas.
El emisario de Naciones Unidas y de la Liga Árabe en Siria , que rendía cuenta de sus esfuerzos ante el Consejo de Seguridad de la ONU, reconoció que no ha habido “progresos” hacia la paz.
Por el contrario, advirtió, “se han alcanzado niveles sin precedentes de horror. La tragedia no tiene fin”, afirmó Brahimi ante las informaciones de una nueva y espeluznante masacre en Alepo.
Al menos 78 hombres jóvenes, ejecutados de un disparo en la cabeza, fueron hallados ayer en un barrio, en lo que constituye la última matanza en el país en guerra.
El régimen acusó a los islamistas radicales del Frente al-Nosra de ser los responsables, según la agencia oficial Sana.
Sostuvo que estos civiles fueron secuestrados por el grupo yihadista por su “rechazo a trabajar a cuenta de ese grupo” y porque habían pedido a los miembros de al-Nosra que dejaran sus barrios.
Empero, las fuerzas rebeldes mantienen otra visión. Un combatiente, Abu Seif, dijo que habían encontrado 78 cuerpos en el río Kuweik y que al menos otros 30 estaban todavía en el agua, pero que los disparos de francotiradores impedían recuperarlos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, opositor), informó de que los jóvenes, “de unos 20 años, fueron ejecutados de un disparo en la cabeza. Vestidos de civil, la mayoría tenían las manos atadas a la espalda”, añadió el OSDH, una ONG con sede en Gran Bretaña.