A las 2 p. m. de ayer (hora de Costa Rica) se cerró el plazo de inscripción en el registro de participación para el retiro de la deuda griega, y con el Gobierno de Atenas seguro de haber logrado al menos el 66,7 % requerido para sacar adelante el plan. Este es un requisito para que la Unión Europea apruebe el nuevo crédito por 130.000 millones de euros que evitará la bancarrota del país europeo. A falta de datos de oficiales, por publicarse a la medianoche de hoy (hora costarricense), la prensa griega hablaba de una participación de al menos el 85 %, suficiente para proceder a la condonación e incluso para forzar a los acreedores reacios a someterse a ella mediante las llamadas Cláusulas de Acción Colectiva (CAC).
La cantidad de deuda griega afectada por este canje asciende a 206.000 millones de euros. De estos, 177.000 millones son títulos de derecho griego, el 86% del total, y el resto obligaciones de derecho internacional. El objetivo del canje es reducir el peso de la deuda, que se sitúa hoy en el 160% de su producto interno bruto (PIB) al 120,5% para el año 2020.
En total, bancos, firmas de seguros, fondos de inversiones y de pensiones van a perder unos 107.000 de 206.000 millones de euros que tienen en sus activos.
Por cada 100 euros de deuda, Grecia propone ofrecer nuevos títulos por un valor de 46,5 y que los inversores renuncien al resto.
Concretamente, van a recibir dos tipos de títulos: unos emitidos por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) por el 15% del valor inicial y otros emitidos por el Estado griego por el 31,5% del valor, por lo que los tenedores de deuda privados habrán perdido 53,5% de su inversión inicial.
Para que la operación se tradujera en ayuda económica para Grecia, era necesario que los acreedores privados participaran de manera masiva. La meta del Gobierno era llegar a 90% para que la condonación de deuda sea considerable.
“Soy optimista respecto al hecho de que podemos lograr un acuerdo en las próximas horas” había dicho por la mañana desde Río de Janeiro, Charles Dallara, uno de los directores del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa los intereses de la banca privada y cuyos socios habían anunciado que se sumarían en masa a la operación de canje.
Según Dallara, el nivel de participación podría alcanzar el 90% que resultó, al final del día de ayer, el porcentaje de participación que la prensa griega anunciaba.
El primer ministro griego, Lucas Papademos, también se mostró confiado en que los acreedores habían comprendido el mensaje.
“Vaticino una participación masiva del sector privado”, declaró el político, antes de subrayar que “una tasa relativamente limitada tendría consecuencias en la aplicación del programa económico de Grecia , así como riesgos para los acreedores privados y la estabilidad financiera de la eurozona”.
El Fondo Monetario Internacional anunció que su Consejo de Administración se reunirá el 15 de marzo para examinar la ayuda del Fondo a Grecia.