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Hu Jia en su casa de Pekín en julio del 2007 con su esposa Zeng Jinyan entonces embarazada de su primer hijo. | AP (Elizabeth Dalziel)
Hu recibió en el año 2008 el premio Sájarov a la libertad de conciencia que entrega el Parlamento Europeo (PE).
El activista, que el pasado 20 de junio salió de la cárcel tras cumplir tres años y medio de prisión por subversión, contó en una carta con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos, que durante su cautiverio se le ofreció dinero y libertad a cambio de rechazar esos reconocimientos brindados por países occidentales.
El escrito del activista, condenado por subversión, lo divulgó el sitio electrónico de la organización Reporteros Sin Fronteras.
“El 10 de diciembre del 2008, la Policía Política me pidió, en nombre del Ministerio de Asuntos Exteriores, el de Seguridad Pública y el Partido Comunista en Pekín, que hiciera una declaración pública rechazando el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento y mi candidatura al Premio Nobel”, escribió.
“En dos meses me pondrían en libertad condicional para recibir tratamiento médico y recibiría el doble del dinero de esos premios”, cuenta en su misiva este defensor de los derechos humanos y las libertades, quien es enfermo crónico de hepatitis y conocido luchador contra la discriminación para este tipo de pacientes.
Hu confiesa que en aquel momento se sintió tentado de aceptar la oferta pues deseaba reunirse con su familia y su hijo, entonces recién nacido, pero optó por rechazar el ofrecimiento. “La dignidad humana no está en venta”, citó.
El disidente, quien continúa actualmente bajo arresto domiciliario, escribió esta carta también para recordar a su amigo el escritor y disidente Liu Xiaobo, al cumplirse un año desde que le fue otorgado el Nobel de la Paz que no pudo recoger, pues cumple una pena de 11 años de cárcel por subversión.
El activista, además, agradeció a la comunidad internacional el Premio y aseguró que este tipo de galardones a disidentes chinos encarcelados son muy positivos para ellos, ya que ayudan a mejorar sus condiciones en la cárcel.
Hu recuerda, por ejemplo, que en octubre del 2008 las autoridades chinas, al enterarse de que él estaba nominado al Nobel, le trasladaron desde la prisión de Chaobai en Tianjin a una en Pekín, mucho más cerca de su familia, demostrando que este tipo de reconocimientos sí brindan cierta protección .
Sobre la actual pena que cumple Liu Xiaobo, Hu opinó que “el Partido Comunista de China la usa para intimidar a otros ciudadanos chinos que quieren promover la democracia constitucional”.
