"A las 11:10 p.m. (12:10 a.m., hora de Costa Rica) recibí una llamada de un interno. Me dijo que otro reo había dicho: 'voy a meter fuego a esto y nos vamos a morir todos'. Y le metió fuego y nos estamos quemando, nos estamos muriendo todos", relató Castro.
La gobernadora del departamento de Comayagua había realizado durante años trabajo social en la granja prisión, razón por la cual era conocida por muchos de los internos, lo que explicaría la existencia de una comunicación telefónica directa de un presidiario a una autoridad política local.
Castro, quien no identificó al recluso que la llamó, dijo que ella de inmediato alertó a los bomberos y la Cruz Roja, pero que los cuerpos de socorro durante mucho tiempo "no pudieron ingresar al penal", sin explicar las razones de esa situación.
Lo que pasó "nos extraña porque era un centro penal modelo. Hay programas de rehabilitación. Los internos siembran frijoles, maíz, tienen granja avícola y porcícola", añadió la gobernadora.