Washington (DPA). La gobernadora del estado norteamericano de Arizona, Jan Brewer, promulgó hoy la ley migratoria que se propone poner freno a la inmigración ilegal, a pesar de las controversias que ya había suscitado la aprobación de la nueva medida por el legislativo.
Miles de personas se congregaron hoy ante el capitolio de Phoenix para protestar contra la ley, aprobada el lunes por el parlamento y criticada este viernes por el presidente Barack Obama y la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH).
La nueva ley permite que la policía compruebe, ante la simple sospecha, si una persona se encuentra legal o ilegalmente en el país. En caso de no portar documentación válida, la policía está habilitada a detener a la persona en cuestión.
Además, otorga derecho a la población civil a instar a la policía a realizar controles en caso de sospechar que alguien no se encuentra de manera legal en el país.
Obama declaró en horas previas que sometería a evaluación la ley a fin de determinar si es constitucional, ya que considera que la medida amenaza con socavar "las nociones básicas de justicia" de los norteamericanos.
En cambio, Brewer destacó que se trata de un "paso hacia adelante por la protección del estado de Arizona". En un discurso de 15 minutos pronunciado en defensa de la medida, la gobernadora afirmó que se trata de "otra herramienta" para que el estado haga frente a una crisis "que no hemos iniciado nosotros" y para la que el gobierno de Estados Unidos no brindó ninguna solución.
"Esta ley preserva los derechos humanos de todos los ciudadanos", explicó.
Obama indicó que la aprobación podría quebrantar la confianza entre la policía y sus comunidades. "He instruido a miembros de mi administración para que monitoreen detenidamente la situación y examinen los derechos civiles y otras implicancias de esta legislación", dijo este viernes el mandatario.
Organizaciones de derechos humanos y representantes políticos criticaron la medida.
"Ningún policía debería considerar más importante detener a un inmigrante sin documentos que a un criminal" para evitar que se presente una demanda en su propia contra, señaló el ex jefe de la policía de la ciudad de Sacramento, Arturo Venegas.
La ley es el inicio de una caza contra todos los latinos, advirtió por su parte el director de la organización America's Voice, Frank Sharry.
En tanto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) expresó hoy su preocupación.
"De acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los demás instrumentos internacionales en la materia, toda persona tiene derecho a ejercer sus prerrogativas más esenciales bajo el principio de no discriminación", señaló la CNDH, un organismo público autónomo.
México ya había manifestado su preocupación a través de su embajada en Washington. "Las iniciativas que se limitan a criminalizar el fenómeno migratorio crean espacios para la aplicación indebida de la ley en función del perfil racial", afirmó la sede diplomática.
El Senado mexicano había instado el jueves a la gobernadora Brewer a vetar la iniciativa.
Muchos ciudadanos de Arizona formaron grupos llamados los "minutemen", quienes han asumido el control de la región limítrofe para capturar a individuos que crucen la frontera de manera ilegal.
Los detractores de la medida acusan a los republicanos de estar queriendo sumar votos entre la población ante las elecciones de noviembre.