Nueva Deli. EFE y AFP El líder islamista Ghulam Azam, condenado a 90 años de cárcel en 2013 por ser el “eje central” que apoyó los crímenes de lesa humanidad en la guerra de independencia de Bangladés en 1971, murió de un paro cardíaco a los 91 años.
Azam falleció el jueves en el hospital Sheikh Mujik de Dacca y el cadáver fue entregado a su familia ayer, informaron fuentes médicas y carcelarias a los medios bangladesíes The Daily Star y Bdnews24.
“El hombre que simbolizó los crímenes de guerra en Bangladés ha muerto”, sentenciaba el The Daily Star en la nota que anunciaba el deceso de Azam, del que remarcó “que nunca se arrepintió de su despreciable rol” en el conflicto independentista.
Poderoso. El nonagenario era el líder espiritual y secretario general durante el conflicto de Jamaat-e-Islami, principal partido religioso de Bangladés que fue recientemente ilegalizado y que respaldó a Pakistán durante la guerra de secesión.
“Estamos convencidos de que el acusado Ghulam Azam fue el eje central alrededor del que giraron todos los crímenes y atrocidades durante la Guerra de Liberación”, aseguraron los tres jueces del Tribunal de Dacca que lo condenaron, quienes detallaron que evitó la pena de muerte “por su avanzada edad”.
Los fiscales habían pedido la pena de muerte al compararlo con Adolfo Hitler.
El veredicto se hizo público en julio del año pasado en medio de violentas protestas islamistas que provocaron enfrentamientos entre miembros del partido religioso y las fuerzas de seguridad. En esa oportunidad se informó de al menos una decena de muertos.
El tribunal de crímenes contra la humanidad encontró a Azam culpable de los cargos de asesinato, tortura, incitación, conspiración, planificación, complicidad en genocidio y de no prevenir los asesinatos.
Según datos no oficiales, en la guerra que independizó a Bangladés de Pakistán murieron tres millones de personas y cientos de miles de mujeres fueron violadas.