La opción de la zona de exclusión aérea “ha sido descartada” y “no es eso lo que hoy en día frenará el avance de Gadafi”, según afirmó más tarde el canciller francés, Alain Juppé, ante una comisión en la Cámara de Diputados.
“Los ministros pidieron a Muammar Gadafi que respete las legítimas reivindicaciones del pueblo libio respecto de los derechos fundamentales, la libertad de expresión y una forma de gobierno representativa” y le “advirtieron contra las dramáticas consecuencias de una negativa de su parte”, dicen las conclusiones.
Francia, presidente en el actual ejercicio del G-8, no logró convencer, junto a Gran Bretaña, al resto de países de la urgencia de obtener luz verde de la ONU para lanzar una acción militar en Libia y frenar la exitosa contraofensiva de las fuerzas de Gadafi.
La iniciativa no fue respaldada “simplemente porque algunos de nuestros socios se oponían a cualquier evocación del uso de la fueza militar”, dijo Juppé antes de precisar que el bloqueo en la ONU viene por parte de China.
“Rusia está cambiando y los estadounidenses no definieron una posición frente a Libia”, agregó también el canciller francés.