Caracas (AFP). Los funerales de Estado del presidente venezolano Hugo Chávez se desarrollan este viernes en Caracas con presencia de los líderes de América Latina y el Caribe.
El cuerpo de Chávez no recibirá sepultura, sino que será exhibido durante siete días más, ante la enorme afluencia de venezolanos a la capilla ardiente en la Academia Militar, y será embalsamado para reposar en un museo caraqueño, instalado en el que fuera su cuartel general en el fallido golpe de Estado en 1992.
La madre del mandatario, Elena Frías, vestida de luto y en llanto, salió unos minutos a saludar a la multitud que se agolpa con banderas y afiches de Chávez detrás de las vallas de seguridad.
Todos los presidentes latinoamericanos, salvo el paraguayo Federico Franco excluido de los organismos regionales, han llegado a Caracas para participar en los homenajes a Chávez.
Sin embargo, la presidenta argentina Cristina Kirchner, que fue la primera en llegar junto al presidente uruguayo José Mujica, y la brasileña Dilma Rousseff, que estuvo anoche en la capilla ardiente, partieron horas antes de los funerales.
También asisten los controvertidos presidentes de Irán Mahmud Ahmadinejad y el de Bieolorrusia Alexander Lukashenko.
Estados Unidos, considerado un adversario por Caracas, participará con una delegación de bajo rango.
Después de los funerales Nicolás Maduro asumirá la presidencia interina y hará “el llamado a elecciones cuando corresponda, de acuerdo con la Constitución en los siguientes 30 días”, explicó el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Entretanto, los partidarios de Chávez siguen alimentando las largas colas para ver al mandatario, aunque el acceso fue interrumpido mientras dure el funeral de Estado.
Más de dos millones de personas, según el ejecutivo, se desplazaron desde todo el país para dar su adiós al líder.