“La acción llevada a cabo por el Gobierno francés ha dado lugar a numerosas caricaturas y amalgamas inaceptables”, se indignó su ministro de Inmigración, Eric Besson, en alusión al aluvión de críticas que suscitó en Francia y en el extranjero la repatriación de casi mil gitanos en el último mes.
Besson hizo estas declaraciones a la prensa tras una cita en Bruselas con las comisarias de Justicia, Viviane Reding, y de Asuntos Interiores, Cecilia Malmstroem, para asegurarles que la nueva política de seguridad que atañe en especial a los gitanos respeta “escrupulosamente” el derecho europeo.
Francia no estigmatiza a nadie y ninguna expulsión colectiva ha sido aplicada, afirma el Gobierno.