“Aunque las fotografías traen calma a una parte de los venezolanos, principalmente a los simpatizantes de Chávez, no son un elemento contundente que señale que es capaz de retomar sus funciones”, explicó el sociólogo Ignacio Ávalos, de la Universidad Central de Venezuela.
El Gobierno venezolano mostró el viernes cuatro fotos de un sonriente Chávez en la cama del hospital, donde el mandatario aparece acompañado de sus dos hijas mayores, Rosa Virginia y María Gabriela, con un ejemplar del diario oficial cubano Granma del jueves.
Las reacciones de sus seguidores no se hicieron esperar. En Twitter, la etiqueta ChávezViveySonríe se mantuvo entre los temas más populares del día, y en las calles seguidores del mandatario mostraban copias de las imágenes.
“Las fotos lograron bajar los niveles de ansiedad, tras las matrices de opinión que han venido sacando la oposición y los medios”, dijo el analista político Farith Fraija.
En una sociedad partida literalmente en dos como la venezolana, el sociólogo Ávalos señala que las imágenes fueron percibidas de forma “polarizada”.
“Los chavistas dicen ‘el presidente no está tan mal como se decía’, y los opositores hablan de un ‘montaje’ o destacan su incapacidad para hablar”, dijo.