Former hostages Army sergeant Jose Libardo Forero, left, and police officer Carlos Duarte, right, are accompanied by medical personnel as a small animal known as a peccary trails behind, upon their arrival to a Vanguardia's airport in Villavicencio Colombia, after being released by the Revolutionary Armed Forces of Colombia, or FARC, in Villavicencio, Colombia, Monday, April 2, 2012. Colombia's main rebel group on Monday freed what it says were its last 10 soldier and police captives, all of whom had been held in jungle prisons for at least 12 years.(AP Photo/Fernando Vergara) (Fernando Vergara)
Algunos dieron saltos de alegría mientras caminaban por la pista de esa población, sita en el departamento de Meta y a 75 kilómetros al sur de Bogotá.
Poco después de su llegada a Villavicencio, el grupo de liberados emprendió otro vuelo, rumbo a Bogotá, y el presidente Juan Manuel Santos les dio la bienvenida a la libertad en un mensaje desde la casa de gobierno.
Para el mandatario, la puesta en libertad de los uniformados “es un paso en la dirección correcta, un paso muy importante, pero no es suficiente”.
Santos agradeció a un grupo internacional de mujeres que participó como garante en las liberaciones, entre ellas la guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, pero enfatizó en que “la paz es un asunto de Colombia, que vamos a resolver nosotros y cuyo manejo corresponde al presidente”.
Los uniformados llegaron junto a la exsenadora Piedad Córdoba, quien partió temprano hacia un punto no revelado de la selva colombiana en busca del grupo de detenidos.
Todos llegaron en un helicóptero de la Fuerza Aérea de Brasil con distintivos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Los uniformados, algunos vistiendo traje de Policía verde oliva y otros en camuflaje del Ejército, se bajaron de la nave y abrazaron a los delegados del CICR que los aguardaban en tierra.
Venían afeitados, de pelo corto y saludando con los brazos en alto y fueron acompañados por enfermeros mientras caminaban por la pista hasta la terminal.
Algunos llevaban la bandera de Colombia sobre sus hombros y daban saltos de alegría sobre la pista.
Uno de los uniformados descendió con un pequeño animal, un chiguiro (un roedor grande).
En su cuenta de Twitter, la exsenadora Córdoba informó de que cuando estaban a punto de aterrizar en Villavicencio, los uniformados estaban impacientes y casi que querían saltar de la nave.
Para los exrehenes, la llegada a Villavicencio puso fin a más de 10,12 y 14 años de cautiverio en la selva, tras caer en poder de los insurgentes en distintos ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a puestos de la Policía y el Ejército a fines de los año 90.
“No basta con dejar de secuestrar, hay que liberar a los civiles”, manifestó. “El país y el mundo reclaman la libertad de todos los secuestrados”, insistió Santos
Según la Fundación País Libre, organización no gubernamental que registra los casos de plagio en Colombia, en el país quedan más de 400 civiles privados de libertad.
A la vez, el gobernante advirtió que la Fuerza Pública mantendrá la presión sobre los grupos alzados en armas.
Por su lado, la exsenadora Córdoba celebró con euforia el éxito de la misión humanitaria.
Asimismo, pidió al Gobierno que permita al grupo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP ) visitar a los guerrilleros presos en las cárceles, demanda que el Gobierno denegó hace algunas semanas.
“ Tengo que insistir en los compromisos que tenemos para que el Gobierno nacional autorice la entrada nuestra en las cárceles para que se aplique el derecho internacional humanitario, para que se respete el debido proceso”, expuso Córdoba.