Con la silla de Mladic vacía en la sala de audiencias, el juez presidente, Alphons Orie, autorizó que se extendiera la declaración individual de inocencia al exmilitar, de acuerdo con las normas del tribunal de crímenes de guerra.
Con sus comentarios despectivos, Mladic suscitó la ira de sobrevivientes de la guerra bosnia, librada de 1992 a 1995, en un preludio de las dificultades de este nuevo juicio en el tribunal de las Naciones Unidas, el cual podría acarrear más desazón que justicia a las víctimas.
En Srebrenica, la localidad bosnia donde Mladic está acusado de dirigir a los soldados que en 1995 asesinaron a unos 8.000 hombres y jóvenes musulmanes en la peor matanza en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, la sobreviviente Fadila Efendic dijo que el comportamiento de Mladic le caía como sal en las heridas.
“Se nos hace sufrir, llorar por nuestros hijos, se nos obliga a verlo hacer su circo en la Corte”, dijo. “Debería abreviarse el juicio, debería tratársele igual como él trató a nuestros hijos, como trató a los miles de personas inocentes que fueron asesinadas por órdenes de él”.
Mladic, de 69 años, había anunciado que boicotearía la audiencia de ayer en protesta porque el tribunal no había designado como sus defensores al abogado de Belgrado, Milos Saljic, y un abogado ruso.
Esta fue la segunda presentación pública del exmilitar desde su extradición el pasado mes de mayo de Serbia a La Haya.