DeLay, quien estuvo en la Cámara Baja entre 1984 y 2006 y fue líder de la mayoría republicana de 2003 a 2005, fue sentenciado a tres años de prisión por un cargo de conspiración y diez años de libertad condicional por lavado de dinero.
El juez Pat Priest dictó sentencia después de que el fiscal Steven Brand, insistiese en el tribunal en que DeLay “tiene que ir a la cárcel ya” y que eso enviaría el mensaje de que nadie está por encima de la ley.
La Fiscalía pidió una sentencia mínima de diez años al argumentar ante el juez que DeLay demostró una “falta general de arrepentimiento” tras su condena.
El abogado defensor Dick DeGuerin consideró que el veredicto de culpabilidad del jurado ya era “suficiente consecuencia”.
DeLay optó porque fuese el juez el que emitiera la sentencia.
DeGuerin expresó que DeLay apelará el veredicto del jurado del condado Travis, que lo declaró culpable el 24 de noviembre por cargos de lavado de dinero y conspiración en conexión con donaciones corporativas en 2002.
En concreto, DeLay fue acusado de lavado de dinero, por una cantidad de $190.000, mediante el Comité Nacional Republicano y dirigidos a siete candidatos en Texas.