Kiev. AFP. Varios países de Europa se encontraban ayer prácticamente paralizados por la ola de frío e intensas nevadas que en los últimos días provocaron la muerte de casi 300 personas y dejaron pueblos sepultados bajo la nieve.
El saldo de víctimas va en aumento. Ayer llegaba a los 297 muertos, en su mayoría en el este del continente, en especial en Ucrania y en Polonia, los dos países más afectados que suman 184 víctimas.
En Ucrania, las autoridades contaban el domingo 131 muertos y unas 2.000 personas hospitalizadas. Los puestos temporales de socorro, con calefacción y comida caliente, ya han recibido a más de 75.000 personas en los últimos días.
En tanto, en Polonia los termómetros registraron -22 °C el sábado por la noche en el nordeste del país, donde el frío se cobró ocho nuevas víctimas, elevando el total a 53.
En su mayoría, se trata de personas sin domicilio fijo, muchas de ellas alcohólicas. Los centros de socorro se vieron forzados a quebrantar el reglamento y aceptar personas en estado de embriaguez.
La capital de Bosnia, Sarajevo, estaba ayer prácticamente paralizada, cubierta por más de un metro de nieve. Solo las avenidas principales y unas pocas calles del centro eran transitables.
Los presidentes de Croacia y Serbia, respectivamente Ivo Josipovic y Boris Tadic, quedaron bloqueados momentáneamente en una estación de esquí. El saldo en la mañana de ayer en Serbia era de nueve muertos y un desaparecido.
La situación era menos grave en el oeste del continente. El frío intenso persistía en Francia, mientras que en Italia, la capital, Roma, estaba cubierta de nieve.
La noche del sábado fue la “más fría de este invierno” en Alemania, donde las islas turísticas de Juist y Wangerooge estaban completamente inaccesibles.