Grecia necesita concretar “una serie de detalles técnicos” con sus acreedores institucionales (la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo) antes de recibir el segundo paquete de ayuda por 130.000 millones de euros, pendiente desde octubre del 2011, aclaró el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Por estos motivos, “he decidido convocar para este miércoles una teleconferencia de ministros, en la que prepararemos la cumbre del Eurogrupo del lunes 20 de febrero”, señaló el funcionario.
La posición europea, un duro golpe para el Gobierno griego, fue más allá: antes de obtener la ayuda, Atenas necesita incluso aclarar cómo piensa ahorrar 325 millones de euros en recortes adicionales exigidos por Bruselas.
“Tampoco tenemos garantías de los líderes políticos del gobierno de coalición”, dijo Juncker.
Tras meses de estira y encoge, los ministros de Finanzas de los 17 países que usan el euro como moneda tenían previsto reunirse hoy.
De la decisión que tomen los ministros europeos depende además un plan para reducir la deuda griega hoy del 160% del PIB a un 120% hacia el año 2020, mediante un retiro de 100.000 millones euros (de un total de 350.000 millones) que Grecia negocia con sus acreedores privados que son bancos y fondos de inversiones.
El Parlamento griego ya aprobó los ajustes el domingo entre protestas masivas marcadas por enfrentamientos en Atenas. No obstante, la ejecución de medidas es duda.
Así, hartos de promesas rotas, los países europeos están valorando abiertamente reducir la eurozona a 16 miembros.
“Si Grecia no cumple, el bloque debería continuar con 16 países”, dijo el ministro de Finanzas de Luxemburgo, Luc Frieden.
Luxemburgo, con la máxima nota de solvencia financiera triple A, se suma así a Holanda, otro de los países de la eurozona con esa calificación, en proponer lo que hasta ahora era un tabú: la salida de Grecia de la Unión Monetaria.
Encima, los datos económicos desfavorecen a Grecia. La oficina de estadísticas divulgó que el producto interno bruto griego cayó un 7% en el cuarto trimestre del 2011, en términos interanuales.
Así, el país ingresó en su quinto año de recesión con un desempleo que golpea a más del 20% de la población activa.