El líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, lo logró en su tercer intento. Alcanzó ayer la mayoría absoluta del Congreso y sustituirá en cuestión de semanas a José Luis Rodríguez Zapatero en el palacio de La Moncloa.
El candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, no logró revertir el desencanto popular por el estado de la economía española, que acabará el año sin crecimiento y con cinco millones de desempleados.
Los españoles optaron por un giro casi violento a favor del PP y sus ideas de centro derecha. Más de 7 millones de votos le dieron 186 diputados, 32 más que en el 2008 y tres más que el récord del 2000, cuando triunfó José María Aznar. Rajoy podrá gobernar sin alianzas parlamentarias, aunque su discurso victorioso insistió en “trabajar todos unidos”.
El PSOE obtuvo menos de 5 millones de sufragios, que apenas le alcanzan para 110 diputados, 58 menos que en los comicios anteriores. “Ha sido una derrota clara”, dijo Rubalcaba sobre la debacle en su mensaje de derrota.
La mayoría de ciudadanos le achaca responsabilidad sobre el deterioro de la economía y de poco valió en las urnas el reciente cese de la actividad armada de la banda terrorista vasca ETA.
Esta renuncia a la violencia de ETA sí hizo que las elecciones se celebraran tranquilas, incluso en el País Vasco, la única región donde aumentó la participación electoral. El abstencionismo en general rondó el 29% del padrón.
La jornada se desarrolló en un clima frío y solo hubo euforia, música y banderas al final del día en la calle Génova de Madrid, donde está la sede nacional del PP.
La sucesión está prevista para comienzos del 2012, pero dirigentes del PP, como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, piden que se adelante para diciembre.
El PP tiene ganas de comenzar pronto y afrontar la peor crisis económica de la era democrática española, mientras la Unión Europea (UE) vigila con lupa y calculadora el comportamiento de la deuda, por el riesgo en la estabilidad del euro.
Rajoy, sin embargo, no ha explicado con claridad qué medidas aplicará contra la crisis.
“No habrá otros enemigos que el paro (el desempleo), el déficit, la deuda excesiva y el estancamiento económico. (...) Para nadie es secreto que esta es la más delicada coyuntura en los últimos 30 años”, pronunció ante un mar de banderas azules, el color del PP, y de España. Había incluso alguna con el águila referencial de la época franquista, informó el diario
Rajoy deberá lidiar con un congreso atomizado con un total de 13 fuerzas políticas. Entre ellas, destaca la fuerza procatalana que aumentan su presencia y queda con 19 diputados, mientras que dos partidos independentistas vascos (Amaiur y PNV), obtienen 12. La agrupación Izquierda Unida (IU) también alcanzó esa cifra, todo un éxito después de pasar la última legislatura con solo dos curules.