El paro de 24 horas lo convocaron las dos mayores centrales sindicales, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), al que se sumaron otros sindicatos.
Con la medida, los sindicatos expresarán su rechazo a la nueva legislación laboral aprobada por el Gobierno en febrero y que reclamaban organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y la patronal española.
El rechazo sindical parte de la consideración de que el nuevo marco laboral (una de las primeras medidas aprobadas por el gobierno de Rajoy) daña los derechos de los trabajadores, abarata el despido y no servirá para crear nuevos empleos en un país que tiene 5,2 millones de desempleados, el 23% de la población económicamente activa, con la economía que entra en recesión.
El Ejecutivo argumenta, sin embargo, que el alto desempleo es la razón principal por la que es necesaria la reforma, que pretende flexibilizar el mercado de trabajo y hacerlo menos rígido.
Esta huelga es la octava en 35 años de democracia en España. La última fue el 29 de setiembre de 2010 y por la misma razón: el rechazo a la reforma laboral aprobada entonces por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.