Estambul (AFP). El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reúne el domingo a decenas de miles de partidarios en Estambul, tras una noche de violentos enfrentamientos en la ciudad que sucedieron a la evacuación por la fuerza del último bastión de los manifestantes que reclaman su renuncia.
La policía turca desalojó el sábado por la noche el parque Gezi pero los manifestantes prometieron regresar el domingo a la plaza Taksim, justo enfrente, el epicentro de las protestas que agitan Turquía desde hace más de dos semanas.
El domingo por la mañana un importante dispositivo de seguridad impedía el ingreso a la plaza, donde los servicios de la ciudad estaban limpiando.
Según la prensa turca el domingo por la mañana se registraron breves escaramuzas entre la policía y algunos centenares de manifestantes que intentaban marchar hacia Taksim.
El sábado, el primer ministro habló ante una multitud en Ankara y este domingo por la tarde tiene previsto participar en un mitin que se organiza en un parque de Estambul, a unos diez kilómetros de la plaza Taksim.
Se espera la participación de decenas de miles de simpatizantes del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en el poder).
Tras 15 días de crisis, Erdogan optó el sábado por la noche con poner fin a las protestas, después de que los ocupantes del parque Gezi rechazaran desalojarlo a pesar de la promesa del Gobierno de suspender sus proyectos urbanísticos, que encendieron la chispa de las protestas, hasta que la justicia se pronuncie definitivamente.
Erdogan lanzó entonces un nuevo ultimátum. Las fuerzas de policía tomaron el control del parque Gezi que desalojaron en pocos minutos de sus miles de ocupantes ahogándolos con gases lacrimógenos.
La policía persiguió luego a los manifestantes en todas las calles de los alrededores hasta tarde en la noche.
Según el colectivo de manifestantes Solidaridad Taksim centenares de personas resultaron heridas en la operación. El gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu, evaluó el domingo los heridos en 44.
El viceprimer ministro Huseyin Celik justificó el desalojo del parque. "El gobierno no podía dejar esta ocupación continuar eternamente", dijo el domingo. "Esta pesadilla debía terminar", añadió.
Solidaridad Taksim condenó la operación que "transformó el parque Gezi, Estambul y el país en zona de guerra". "El partido en el poder será el responsable de los acontecimientos", agregó.
Apenas conocida la noticia del desalojo del parque decenas de miles de personas salieron a las calles de Estambul para intentar "recuperar" la plaza Taksim. Toda la noche la policía intervino para dispersar a la multitud en varias arterias de la ciudad.
En Ankara y en Esmirna (oeste) miles de personas se congregaron durante la noche para denunciar la intervención de la policía, sin que se registraran incidentes.
El 31 de mayo la policía intervino para dispersar violentamente a los activistas ecologistas que protestaban contra la destrucción anunciada del parque Gezi y de sus 600 plátanos en el marco de un cuestionado proyecto urbanístico en la plaza Taksim.
La indignación provocada por esta operación motivó la más importante ola de protestas contra el gobierno islamista conservador turco desde que llegó al poder en 2002. En numerosas ciudades del país decenas de miles de manifestantes exigieron la dimisión de Erdogan, acusado de autoritarismo y de querer islamizar la sociedad turca.