Montevideo. AFP. Los enfermeros que confesaron haber asesinado al menos a 16 pacientes, aprovechaban emergencias en los hospitales para sustraer drogas que luego usarían para cometer sus crímenes, revelaron autoridades sanitarias de Uruguay.
El viceministro de Salud Pública, Leonel Briozzo, explicó que los controles “en términos genéricos de la medicación dada no fallaron. Lo que sí falló de alguna manera fue que había personas que en vez de estar reanimando gente estaban especulando cómo robar medicamentos para guardarlos y después dar muerte a otras personas”.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) comenzó ayer investigaciones administrativas en los sanatorios donde ocurrieron las muertes y está recibiendo asesoramiento de parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Ni las autoridades sanitarias ni la Policía quieren manejar cifras o periodos en los que habrían actuado los enfermeros, que trabajaban desde hace más de una década en la salud, lo que alienta los temores de que las víctimas puedan ser decenas, o incluso centenares.
“Me dan mucho asco, y asco la gente que los tapó, que los protegió, que los apañó, porque detrás de ellos tiene que haber algún responsable”, expresó Miriam Rodríguez, hija de Santa Gladys Lemos, cuyo asesinato la semana pasada aceleró las investigaciones y permitió detener a los enfermeros.
Lemos acababa de recibir el alta cuando murió sorpresivamente, lo que alertó al cuerpo médico, que ordenó una autopsia. Los familiares de Lemos se enteraron el domingo que la muerte de su madre no había sido natural. “El juez nos dijo que había muchas personas, decenas de muertes”, aseguró Miriam.
En las últimas horas, el teléfono de Información al usuario del MSP no ha cesado de sonar, recibiendo angustiosos llamados de familiares de fallecidos.