Caracas. AP Los planes de nacionalizar propiedades privadas en Venezuela podrían salirle caro al gobierno de Hugo Chávez: empresas extranjeras mantienen demandas para exigir miles de millones de dólares como compensación.
Grandes corporaciones (como la petrolera estadounidense Exxon Mobil Corp.) e incluso firmas pequeñas de varias partes del mundo están exigiendo el equivalente de, por lo menos, una tercera parte del presupuesto aprobado por la Asamblea Nacional. Esto limitaría la habilidad de Chávez de gastar dinero en los votantes con miras a la elección presidencial del 2012.
Chávez no puede ignorar las demandas si quiere atraer la inversión extranjera y lograr su meta de incrementar la producción petrolera para financiar los múltiples programas sociales de su denominada “revolución bolivariana”.
Sin embargo, pagar esas cuantiosas compensaciones privaría a su gobierno de fondos necesarios para financiar tales programas.
Chávez reconoció el mes pasado que las demandas son debatidas en su gobierno. “Es un tema de permanente debate entre nosotros”, dijo el mandatario públicamente.
Pagos ineludibles. Alejandro Grisanti, economista d el banco de inversiones Barclays Capital, dijo que Venezuela habrá de pagar. La única pregunta es cuánto.
El grupo empresarial venezolano Conindustria dice que el gobierno de Chávez ha efectuado 1.045 intervenciones contra compañías u otras propiedades privadas desde el 2002 hasta setiembre de este año, y que un 44% de esas intervenciones estaban vinculadas con el sector de la construcción.
Chávez mantiene que las empresas administradas por el Estado pueden suministrar servicios a menor costo y además que son necesarias para el sistema socialista el cual anhela edificar.
Chávez ha nacionalizado sectores cruciales de la economía como cementeras y compañías agrícolas, igual que plantas petroleras, las cuales generan miles de millones de dólares en ingresos.
Las leyes en la mayoría de los países, inclusive Venezuela, permiten a los Gobiernos tomar propiedades privadas, siempre y cuando otorguen un resarcimiento justo.
Si no se llega a un acuerdo sobre la compensación, las disputas suelen llegar a los tribunales nacionales (en caso de compañías nacionales) o a organismos de arbitraje internacionales si hay empresas extranjeras involucradas.