Jerusalén. AFP. El emisario estadounidense para Oriente Medio, George Mitchell, regresó ayer a Jerusalén para tratar de salvar las negociaciones entre israelíes y palestinos tras la reanudación de las obras de construcción de viviendas judías de Cisjordania.
Mitchell se entrevistó anoche con el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, en Tel Aviv. Ningún comunicado fue divulgado tras el encuentro. Hoy verá al primer ministro Benjamin Netanyahu, y al día siguiente tendrá una reunión con el presidente palestino Mahmud Abas.
El senador estadounidense verá a Netanyahu en “un esfuerzo suplementario para hallar una solución y proseguir las negociaciones (con los palestinos)” según un comunicado de ayer del primer ministro israelí.
Netanyahu manifestó además que se entrevistaría con Abas “en octubre” en Paris, por invitación del presidente francés Nicolás Sarkozy, subrayando que era “esencial” proseguir las negociaciones de paz.
Por otra parte, el jefe de gobierno israelí trataba de minimizar el impacto de las críticas internacionales que suscitó su decisión de autorizar nuevas construcciones en las colonias, así como las controvertidas declaraciones de su ministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman en la tribuna de Naciones Unidas.
“El que decide continuar la construicción de las colonias y proporciona ayuda y protección (a los colonos) es el que decide detener las negociaciones”, explicó Abas, a bordo de un vuelo que lo llevaba de Paris a Ammán.
“Pero seguimos determinados a asistir al éxito de negociaciones serias y sinceras”, añadió, sin embargo el dirigente palestino.
Según la radio militar, el primer ministro israelí procura criticar lo menos posible a Abas para no brindarle más argumentos de los que ya tiene para suspender las negociaciones directas reanudadas el 2 de septiembre, tras 20 meses de interrupción.
Un alto diplomático, cuyo nombre no fue revelado, aseguró a esta misma radio militar que varios embajadores israelíes advirtieron que su país corre el riesgo de quedar aislado en el mundo.